04 de setembre 2011

mi experiencia con la mochila BoBa Baby Carrier

Hace tiempo que tengo pendiente compartir mi experiencia con la mochila portabebés BoBa Baby Carrier, que Kangura me ofreció hace ya varios meses y que se ha convertido en nuestro portabebés diario con Rai, que ya tiene 3 años.
Primero explicar que desde que nació hasta que cumplió un año, porteamos a Rai en fular tejido, que es y será siempre mi portabebés preferido tanto por fisiología –tengo varias patologías en mi columna y repartir el peso por toda ella es mejor- como por estética.
El portabebés nos ha facilitado la crianza y la vida. Quando Rai era un bebé, para el método canguro, para la lactancia materna, para dormir… y a medida que iba creciendo para respetar su propio ritmo de separación emocional y física, para minimizar las incomodidades de vivir en una gran ciudad, para disfrutar de paseos y charlas íntimas, para subir y bajar escaleras, para las inclemencias del tiempo como la lluvia, para ir a la playa a caminar por la arena, o para ir a ver "gegants" a las fiestas del barrio…
A medida que nuestras necesidades cambiaron, y por ejemplo Rai empezó a caminar y quería subir y bajar de mis brazos muy a menudo me recomendaron la mochila African Baby Carrier. Entonces descubrí una serie de ventajas respecto del fular, como que podía dejar la mochila enrollada en mi cintura cuando Rai bajaba al suelo, que era más rápido colocar al niño –algo interesante también cuando los más mayores empiezan a tener menos paciencia!-, que era más fresca porque la superfície de tela que nos cubre es menor que con el fular, etc.
Un año después de mi experiencia con la mochila he provado la BoBa Baby Carrier, cuando Rai ya tiene 3 años. El porteo con un niño de esta edad sigue siendo muy práctico cuando se cansan de caminar, cuando quieren dormir una siesta, cuando de repente te encuentras en medio de una algomeración de gente, cuando necesitas tener al niño controlado y las manos y los ojos libres –por ejemplo en el mercado-… Nosotros siempre la llevamos enrollada en la cintura al salir de casa, aunque haya días que Rai apenas suba.
Las ventajas que he descubierto en la mochila BoBa Baby Carrier son varias, como que la tela cobertora del niño es más estrecha y fina, por lo que resulta más freca y ocupa poco espacio doblada o enrollada en la cintura; los cierres y ajustes son muy resistentes y cómodos de poner, tiene algunos detalles muy útiles como las gomas para enrollar los sobrantes después de ajustar las cintas; incorpora estribos para los pies, que son ideales para asegurar una buena posición de la cadera a los niños más mayores, a quienes ya no les llega la tela hasta las corvas, y también para que sus piernas y pies de mayor volumen, vayan pegaditos a ti y no puedan chocar con la gente o los objetos –por ejemplo cuando pasas por los accesos al metro-; incorpora también un cubrecabezas para cuando duermen, que también puede quitarse. Los niños mayores ya no acostumbran a dormir en el portabebés a no ser que pasen todo el día fuera de casa o les coja su hora de siesta. En este sentido hago una crítica al diseño de esta mochila: existen dificultades para abrocharse uno mismo el cubrecabezas cuando se lleva al niño en la espalda, dado que únicamente hay un broche y queda colocado detrás de los hombros; el cubrecabezas tampoco cubre toda la cabeza de los niños mayores de manera cómoda, pero lo cierto es que diría que este problema sólo se debe dar con los niños más grandes, que son los que menos duermen en el portababés.
Las fotos son de nuestro último viaje, en avión, una de las mil ocasiones donde un portabebés facilita la vida infinitamente! 

Gracias por todo Kangura!